Una pequeña guía sobre cómo cultivar marihuana con semillas feminizadas.
¿Qué son las semillas feminizadas?
Después de gastar buen dinero en semillas de marihuana, tratarlas con mucho mimo y hacer todo lo posible por mantenerlas felices, que resulten ser machos puede romperte el corazón. Si quieres aumentar las probabilidades de que tus plantas sean hembras, las semillas feminizadas de cannabis, prácticamente, garantizan su producción y están disponibles en el mercado.
Las semillas feminizadas descienden del polen que liberan las plantas hermafroditas y su porcentaje de éxito generalmente ronda entre el 95% y el 100% (estos índices suelen venir reflejados con la mayoría de semillas feminizadas).
¿Qué son las plantas hermafroditas?
Cuando las plantas de cannabis sufren estrés se pueden volver hermafroditas, algo que saben muchos growers. Una planta es hermafrodita cuando presenta características masculinasy femeninas. De esta forma las plantas hermafroditas producen sacos de polen – que generalmente se encuentran en puntos aislados de la planta – y al mismo tiempo, flores portadoras de semillas.
Ante una emergencia evolutiva, la planta de cannabis desarrolla esta habilidad estratégicamente. Es decir, si la planta experimenta cambios en su entorno, como por ejemplo condiciones climatológicas extremas -una inundación o sequía- está programada genéticamente para volverse hermafrodita, lo que le permite autopolinizarse para acelerar el proceso de creación de semillas y, antes de que el entorno se vuelva demasiado inhóspito, dar a la planta la oportunidad de reproducirse.
Incluso en interior, la falta de agua, demasiado calor o la interrupción de los ciclos de oscuridad, pueden causar estrés en la planta, imitando los cambios medioambientales, y hacer que esta se vuelva hermafrodita.
Cuando se utiliza polen procedente de plantas hermafroditas para fertilizar plantas hembra, es mucho más probable que estas produzcan descendencia femenina. De hecho, más que las semillas, es el polen de la planta lo que está feminizado y muchos growers han utilizado esta característica para producir semillas feminizadas de cannabis. A medida que pasan los años y avanza la tecnología, a través del método prueba y error, el proceso se ha ido perfeccionando y los resultados son cada vez mejores.
Cómo hacer semillas feminizadas
Se pueden producir semillas feminizadas de varias formas.
Algunos growers, tanto orgánicos como caseros, estresan a sus plantas a propósito para volverlas hermafroditas, recogen su polen y fertilizan con él una – o muchas – plantas hembras para crear semillas feminizadas.
Para producir semillas feminizadas a gran escala y en operaciones comerciales se utilizan productos químicos. Los dos químicos que más se utilizan son el ácido giberélico, que por lo general se considera más eficaz, y la plata coloidal, que es más barata y fácil de conseguir y por tanto, se utiliza con más frecuencia. En la red hay muchas páginas que te explican como fabricar plata coloidal.
Ácido Giberélico:
El Acido Giberélico (A.G.3) SL es un fitorregulador de crecimiento de acción hormonal que estimula y regula el desarrollo de las plantas. La respuesta fisiológica de los vegetales tratados dependerá del estado de desarrollo en que se encuentran.
Fitorregulador del crecimiento caracterizado por sus efectos fisiológicos y morfológicos. Actúa a concentraciones extremadamente bajas; es traslocado en el interior de la planta y, generalmente, sólo afecta a las partes aéreas.
Su efecto más claro consiste en acelerar el crecimiento vegetativo de los brotes produciendo plantas más grandes. Este efecto se debe principalmente a la elongación de las células pero, en algunos casos, la multiplicación celular también se ve incrementada.
Fuente: Acido Giberelico.
Cuando se lleva a cabo el proceso, en vez de volver hermafrodita a toda la planta, lo que se hace es aplicar el producto químico en distintos puntos de las ramas, de forma que haya zonas de estrés que más tarde producirán sacos de polen masculinos. Como en el caso de los métodos de choque, se recoge el polen y se utiliza para fertilizar a otras plantas hembra.
Existe otro método, popularmente conocido como Rodelization, que también se utiliza para feminizar semillas. Se basa en el principio de que retrasando más de lo normal la fertilización y corte de algunos cogollos, estos harán un último esfuerzo por autopolinizarse y, justo antes de morir, producirán pequeñas flores masculinas. Este método es utilizado por algunos growers para producir semillas feminizadas orgánicamente, aunque por sí solo, no es tan fiable ni eficaz como los procesos químicos. En cualquier caso, mediante la aplicación de productos químicos, algunas operaciones comerciales han conseguido refinar el proceso para hacerlo comercialmente viable.
Cómo afecta al sexo de las plantas el ambiente del cuarto de cultivo
Como muchos ya saben, el ambiente del cuarto de cultivo afecta al número de hembras con respecto al de los machos. Para favorecer a la producción de semillas que darán descendencia femenina es imprescindible proporcionar a la planta, a lo largo de toda su vida, el ambiente adecuado que consta de lo siguiente:
- Ciclos luminosos más cortos;
- Más espectro luminoso azul y menos espectro luminoso rojo; Entérate de todo sobre la iluminación de la marihuana. (enlace)
- Más nitrogeno (N) y menos potasio (K);
- Un pH de 6.6 hasta 6,8;
- Altos niveles de humedad en el suelo (no en sistemas hidropónicos).
- Humedad más alta y temperaturas más bajas;
- Situaciones de estrés reducidas (no someterlas a camios repentinos de humedad o temperatura, ni clonación, etc).
No existe un proceso de feminización perfecto y sea cual sea el método que utilices, te resultará imposible evitar que algunas plantas salgan macho, del mismo modo que resultará imposible evitar que alguna se vuelva hermafrodita. La forma más sencilla y fiable, con diferencia, de asegurar el sexo de tus plantas de cannabis es la clonación. Sin embargo, si no tienes acceso a clones, ni dispones de un espacio para mantener una planta madre y un vivero, quizá lo más conveniente sean las semillas feminizadas.
Como en todos los casos, para comprar semillas feminizadas acude a un vendedor con buena reputación, preferiblemente alguien con quien tú mismo o algún conocido tuyo, hayáis tenido una buena experiencia.
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