Si vives en alguno de los países donde el cultivo de marihuana está permitido, quizás te hayas planteado probar con el autocultivo. Si es así, te conviene leer este post hasta el final porque, si bien cultivar marihuana es relativamente sencillo, muchos principiantes cometen serios errores que terminan echando a perder sus plantaciones. Para que esto no te suceda, vamos a explicarte cuáles son los fallos más comunes que se cometen en el cultivo de cannabis y cómo evitarlos. Será especialmente útil esta información para ti si necesitas recurrir al cannabis medicinal.
¿Qué fallos suele cometer la gente cuando cultiva marihuana medicinal?
La marihuana para uso medicinal tiene muchos e interesantes beneficios para tu salud. Los enfermos de cáncer, son quienes recurren principalmente a su consumo, aunque hay otras muchas enfermedades que también encuentran alivio en el cannabidiol, que es una molécula presente en el cannabis la cual no tiene efectos psicotrópicos.
Si es tu primera vez, puede que estés preguntándote si cultivar marihuana será complicado. Lo cierto es que la marihuana es una planta muy resistente, así que con unos cuidados adecuados crecerá fuerte y sana, pero sí que hay que seguir paso a paso una serie de reglas para su cultivo. A menudo, estas pautas son ignoradas lo que hace que la plantación se estropee.
1. La marihuana necesita luz
Quizás por temor o por los prejuicios preferimos buscar la zona más recóndita y aislada para sembrar nuestra planta. Este es el primer fallo, porque una planta de marihuana nunca podrá crecer si carece de luz. El cannabis necesita de muchas horas de sol. Lo ideal es plantar en el exterior y en la zona donde puede darle la luz directa del sol durante más horas. Si prefieres plantarla en el interior, tendrás que colocar buenos focos de luz.
En cuanto al uso de focos, cuida de que:
- Las bombillas sean renovadas cada dos ciclos de cultivos
- El reflector esté limpio y libre de polvo
- El balastro esté en buenas condiciones y sea moderno. Cámbialo cada dos años
- Tenga un buen reflejo lumínico
Si la planta de marihuana no recibe suficiente luz, no aprovechará bien sus nutrientes y la fotosíntesis será más lenta. Observarás que en condiciones de poca luz la planta espiga sus tallos buscando la luz. Si sucede esto, la planta se debilitará.
2. La marihuana necesita suficiente ventilación
La falta de ventilación es el fallo más típico, sobre todo en cultivos de interior. Tu cultivo debe tener buenos sistemas de entrada y extracción de aire. Colocar ventiladores es un consejo que te ayudará a que los tallos crezcan fuertes.
3. Cuida los niveles de humedad
Los niveles de humedad en la planta de la marihuana son importantísimos. Si hay mucha humedad, aparecerán hongos y, entonces, despídete de la cosecha. Si, por el contrario, a tu planta le falta humedad, puede sufrir de estrés y esto también echará por tierra tu cultivo porque se agarrotan las plantas.
La humedad ideal es aquella que se encuentran entre un 40 y un 50 por ciento en fase de floración y entre un 50 y 60 por ciento en la fase de crecimiento.
4. Vigila la temperatura
Igual que la humedad, la temperatura determinará el correcto crecimiento y desarrollo de las plantas, así que intenta que siempre tengan una temperatura de entre 21 y 27 grados. Con una temperatura muy baja el cannabis no crece, mientras que si la temperatura sube demasiado pueden aparecer plagas y, además, no habrá producción.
5. La importancia del riego adecuado
El riego es otro factor que debes medir. Calcularlo no es una tarea simple, pues debes calibrar otros factores como la humedad, la temperatura e incluso la genética de la planta. Pero no es un asunto que debas tomar a la ligera, porque si riegas en exceso, las raíces se bloquearán y la planta no podrá aprovechar bien sus nutrientes e incluso puede pudrirse. Por el contrario, ante un déficit en el riego, las plantas tampoco podrán nutrirse bien y se secarán.
6. Cuidado con la luz, peligro de quemaduras
Hemos dicho antes que la marihuana necesita recibir muchas horas de luz. Pero no basta con que la luz la reciba de cualquier forma. Cuando están en el interior, hay que vigilar que la lámpara esté a una buena distancia. Si usas focos de 600 W, entonces la distancia ha de ser de 30 cm; si tus focos son de 400 W, entonces necesitarás 25 cm de distancia; y si los focos son de 1000 W, entonces la distancia que tienes que respetar será de 40-50 cm.
Una luz demasiado cercana quemará la planta y la dejará entonces más debilitada y expuesta a sufrir plagas.
7. Cuida las raíces
Unas raíces nunca deben estar al descubierto. Si lo hacen, se quedarán verdes y no podrán absorber bien los nutrientes. Deben quedar siempre a oscuras y enterradas. Cuida este aspecto fundamentalmente si usas luz artificial para que el foco no le llegue a la raíz.
¿Por qué cultivar cannabis?
El cannabis medicinal ya está permitido en algunos países. Porque está probado que su consumo sirve para paliar enfermedades como la diabetes, el asma, la enfermedad de Crohn, la esclerosis múltiple y muchas otras enfermedades, heridas y trastornos alimentarios, etc. También ayuda de manera importante a pacientes con cáncer, epilepsia, diabetes de tipo 1, esclerosis múltiple avanzadas, Alzheimer, accidente cerebrovascular y enfermedades cardíacas.
Responsable de los efectos beneficiosos de la marihuana medicinal es el cannabidiol o CBD, una molécula que, a diferencia del THC, no produce efectos psicotrópicos. Por esta razón, se comercializa, de manera legal, productos con un alto contenido en CBD y un contenido de THC menor al 0,3 %, que son autorizados por la Unión Europea con fines medicinales.
Has visto que la marihuana es una planta que prácticamente cualquier persona puede cultivar, siempre y cuando tome las precauciones necesarias para un cultivo correcto. Esta planta necesita luz, ventilación y unos niveles adecuados de humedad, temperatura y riego. Tampoco te olvides de vigilar que las raíces estén ocultas y que la planta no sufra quemaduras.
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